la nieve, esa gran pasión … vaya manera más cutre de empezar pero, es la verdad, es una de mis grandes y pocas pasiones y de las cosas que me molan de verdad, la nieve y mi tabla, pocas cosas me hacen disfrutar más, en fin, son unos cuantos viajes ya por diferentes estaciones.

La primera vez que subí a hacer snow fue con 16/17 años, con emy, chechu, creo que juanma y un ex de mercedes, fran. A Navacerrada, sin tener ni puta idea y ya bajando como locos, así pasó, no sé quién tuvo una movida que se rompió algo o poco le faltó, el caso es que chechu era el único que tenía carnet, se lo acababa de sacar, tenía que bajar con el enfermo a madrid y ese fue el primer y último día de chechu en la nieve, si se ve, cuando es no, es no y ahí nos quedamos emy y yo, bajando y bajando, sin tener ni idea, maaaaalo y después de tanta paliza, cansa mucho el caerte continuamente, coge la renfe y vuelve a móstoles, 5 horas mínimo y así fue como poco a poco fui cogiendo el gustillo.

Un par de años más tarde …

Ya con coche, vi una oferta estupenda en una tienda algo así como dos noches de hotel más forfait por … tirao de precio y yo iba dando una vueltecita con mi ex y la dije, voy a entrar, voy a reservar y me dice, para mi solo? ehhh, si, por? creo que fue la primera movida bastante gorda, no sabía yo que no pudiese hacer lo que que quisiese, en fin..., no sabía yo que tendría secuelas... pero me apetecía irme solo y mucho, quería toda la nieve para miiiiii y con dos cojones, estúpido, pero con dos cojones, me fui solo y la verdad que me lo pasé genial, a mi ritmo, a mi puta bola y recuerdo, como para olvidarlo, una de las mayores hostias que me he pegado en mi vida. Fue el domingo, a primerísima hora, había hecho muchísimo frio por la noche y estaban las pistas congeladas pero si el remonte estaba abierto, pues subí, sino, que no lo abran, no? en las pistas no estaban ni las máquinas del frio que hacía y cuando bajé del remonte, imagino que con dificultades como casi siempre, ya notas que la tabla no va, que suena raro, que la nieve no es nieve, se ha congelado y piensas uyyyy, lo malo de pensarlo es que sabes que al final te pasa y vamos que si me pasó, en la primera que intenté, se me fue la tabla, me caí desde lo más alto de la montaña y no paré ya hasta llegar abajo, donde me esperaba una ambulancia, esto fue en candanchú

nunca me había pasado esa frustración de querer parar pero ves que no se puede, es imposible, caes y caes, nada te detiene, ni si quiera las protecciones porque me llevé una pero no paró, intentado arañar con los dedos la nieve para frenar pero imposible, por supuesto la tabla la perdía mitad de camino y lo que me sorprendió fue lo de la ambulancia, o vieron bajar una cosa que no se detenía o les avisaron por radio o yo que sé, el caso es que cuando paré, ya me estaban recogiendo y llevando al centro médico y claro, de la vergüenza yo no quería, que estoy bien, que estoy bien, ayyyy, me pusieron una tablilla de esas en el antebrazo para tener la muñeca recta y nada, que se pasase alguien a buscarme y yo, ehhh, si, ahora llamo y viene…

me fui andando con mi tabla que trajo alguien al hotel, me cambié como pude y vuelta a madrid, conduciendo con una mano, madre mía, dándolo todo, también he subido unas cuantas veces a valdeski, formigal y sierra nevada, pero esta ya tiene su propia historia.