Sucre y Tarabuco
14/06/2016llegamos, a buscar hostel por el centro y encontramos uno muy mono por 4 euritos, nada mal.
Un paseíto por el centro, unas charlas y a nuestra habita privada, un lujo
Al final, me acosté a las 00:40 y la tía esta flipa, no se cree mi ritmo y que como aguanto, cierto, me quedan 20 minutos para empezar a currar, qué vida, pero no me levanté hasta las 5, estaba, estoy y estaré muerto en el futuro, y eso que día duro de curro, mil historias, desde las 5 a las 10 sin parar.
Bueno, ya, las 10, unos remolones en la cama, ella tampoco hace mucho por levantarse, muu bien, ducha y cafetito medio rico.
A patear la ciudad que por lo que hemos preguntado y visto, no tiene absolutamente nada, entonces, qué hacemos aquí? ojalá lo supiésemos…
Pero no, finalmente nos ha sorprendido bastante, es una ciudad muy grande con su toque pueblo español, recuerda a algunas plazas, edificios, no sé, lindo para pasear, el centro es una plaza muy grande, tipo plaza españa, salvando distancias, me refiero a la forma
con sus casitas molonas, su iglesia
las calles de entrada a la plaza
unas cosas raras que no le veo el sentido, están frente a un edificio de estos así como del gobierno
pateando llegamos hasta un parque infantil, sus grandes jardines, sus actividades para peques, su pequeña charca con sus barquitas, está bien para dormir, pero como voy con ella... pues a seguir paseando
Después fuimos a comer al mercado central y lo mismo, nos encantó, mucha gente, mucha actividad, muchísimos puestecillos donde se vende absolutamente de todo, hasta había un puestecito que vendía hierbas de todo tipo y una de ellas decía que era para que los niños hablasen… flipo
nos metimos en un sitio para comer comida casera casera
madre mía, pero qué rica
había un patio chulo
en el que tomamos un batido y zumo, podría estar así toda la vida
Luego pillamos un bus y fuimos hasta la otra punta de la ciudad a otro mercado, eran las 17, un martes y lo mismo, exagerado la de puestos y gente que hay, es increíble el consumo, jamás me lo habría imaginado así, todas las calles son una locura
muy mona
De vuelta al centro, vamos al mercado que ya nos quedamos a la mañana con ganas y compramos un queso, rico rico y un pan para hacernos unos bocatas para cenar y ahhh, recomendación de Vicky, con aguate y así es, rara la combinación, pero la hostía de rico.
Y poco más, otro paseíto lindo por la noche y últimas charlas en el hostel, la verdad que me encuentro súper a gusto con ella.
De nuevo, la 1, me quedan… 0 minutos para empezar a currar, muero.
Así es, pocas horas de sueño interrumpidas constantemente por culpa del curro y ya, a desayunar y madre mía, ni caer, hoy teníamos que dejar la habitación pero estamos tan bien que nos vamos a quedar un día más por aquí a seguir paseando y a seguir comiendo cosas típicas, es que es increíble lo que come esta tía, todo el día comiendo y está escuchiminizá, yo también quiero.
Bueno, empezamos yendo al mirador de… de… no puede ser que se me olvide todo o sí, pero antes nos acercamos a ver dos escaleras de estas que tiran parriba que asustan, ambas chulas, pero que ni subir, ni una
ni la otra
pero había que subir sí o sí para llegar a la plaza
llegamos al sitio este y es una plazoleta muu mona con una iglesia blanca
y unos arcos cerrando la plaza
con vistas a casi toda la ciudad
Aprovechamos para tomar una bolsa zumo de esas que ves que va todo dios bebiendo por la calle y bajamos de nuevo hasta el centro para comer posiblemente de las mejores sopas de mi vida, ya sé que dije esto mismo hace poco pero esta la supera con creces, su nombre……. esa misma, pero vamos, típica de aquí y un segundo también con nombre raro y típico.
Ale, nos vamos de excursión a un castillo que habíamos visto en el mapa de la ciudad, pillamos bus porque está a las afueras
llegamos y lleva 2 meses cerrado, ésta no sabe que es por mí, parecía mono pero… nada más, vuelta a la ciudad.
y pensando en el postre, que ya había echado un ojo antes a una tiendecita, la digo que la invito al postre, caminamos hasta la plaza y entramos en una heladería, muero, vaya heladito rico de maracuyá y fresa que nos comimos en la plaza tiraos en un banco, genial
y después ella remató mi bienestar con un café con leche, y se lo tuve que decir, que me sentía tan tan bien, relajado, a gustito que hasta me entraba sueñecito, sigo estando muerto.
Bueno, después de un momento guay, pillamos un bus hasta la terminal para ver los horarios de mañana hacia Cochabamba o la Paz, igual cada uno tira pa un lado, será el fin?…
Y de nuevo, vuelta al centro, típico paseo buscando la cena, pillamos en un puestecito una papa asada con queso y salsa picante, qué rica
y luego en un parquecito, había mazo de gente bailando coreografías así muu raras
estarían preparando el baile anual del insti o yo qué sé, vaya pintas cada uno
y el postre para comer todo junto en casita, una manzana, kiwi y yogurt para ensalada de frutas, madre mía, como me está cuidando.
No deja de sorprenderme y ya van varios días… la cantidad de gente que hay un miércoles a las 22 por la calle y con tanto consumo, está todo hasta arriba hasta el punto de llegar a agobiar, es que flipo, hay puestos de todo, pero de todo y la gente comprando sin parar, alucino, igual que está conmigo, después de cenar nos quedamos charlando y nos dan la 1, hora de empezar a currar, tela, que no se cree como aguanto, ni yo guapa, ni yo…
Pues ya estamos aquí otra vez, día tranquilo pero he tenido que hacer un par de cosas desde las 6, preparamos mochilas porque nos vamos por la noche, desayunamos y nos vamos de excursión, pillamos un par de buses para ir a un pueblecito, Tarabuco, porque a ésta la dijeron que era chulo, que había gente haciendo lana y cosas así, uhhh qué interesante...
llegamo a la placita del pueblo donde he visto una cosa que me he descolocado, tras varios días por aquí notas como nos tienen un poco de… no es manía, pero notas que no caemos bien, y de pronto veo una estatua como de un guerrero matando al soldado español, parecía hecha con saña
quitando eso, el pueblo es mono, un pueblito, así con sus casitas de barro, calles adoquinadas, vamos, un pueblo
Lo mejor de todo ha sido encontrarnos un rinconcito donde había un hombre ya mayor fundiendo metal y construyendo herramientas, parecía que estábamos en la prehistoria, una imagen que me ha encantado. El hombre movía una cuerda de arriba a abajo continuamente y accionaba un soplador que hacía aumentar la llama y el calor para fundir, alucinante verle y luego, sacaba la herramienta y a martillazos para trabajarla, solo por este hombre ya merecía la pena el viaje hasta aquí.
Luego hemos ido en busca de algún restaurante y hemos comido no tan ricamente como los días de atrás pero bueno, hemos comido uno de los platos típicos que nos quedaba por probar y no sabemos si es que le faltaba tomate y no lo puso o qué… porque las fotos que veíamos de ese plato era distinto al servido.
Después hemos preguntado que donde estaban todas las tiendecitas y gente que vendían y trabajaban lana de cabra pero… sólo son los domingos que parece se llena de vida y color, en fin, mala suerte porque hoy es jueves y yo hasta el domingo no me quedo pa verlo. Aun así hemos visto a unas cuantas señoras por la calle con una bobina y sacando el hilo de la lana, curioso.
Callejeamos un ratito y a las 16 pillamos bus de nuevo a Sucre. Vamos a hostel a pillar mochilas que nos vamoss
siguiente destino, muu lejos, 10 horas de bus saliendo a las 20 y en un rato tengo movidón en curro porque van a parar las comunicaciones y tengo que hacer una prueba a mis 02:00 y vete a saber entre qué montañas estoy para conectarme, verás…
tranquil@, no te pido ningún dato
tu comentario será revisado antes de ser publicado