Koh Yao Yai
02/09/2018Y con unas galletas y un café, nos vamos a Koh Yao Yai, una islita, barquita y furgo
que bueno, no se está mal si quieres desaparecer del planeta y no hacer nada, nos dejan en un resort de esos caros, lo vimos, sí, chulo, pero caro y dijimos que nos íbamos a buscar la vida, 2 horas después estábamos hablando si volvíamos al resort... pero no, al final encontramos unas cabañas así en plan molonas
y así aterrizamos en esta isla, dejamos mochilas y nos vamos a la playa, que bueno, regu...
tenías que andar 5 kms dentro del mar para que te cubriese algo y ya, bueno, las vistas si eran merecedoras, se veían al fondo las montañitas esas que se ven en medio del mar, chulo
Unas cerves, otras y al único bar de las 4 casas que hay por aquí, una rica cena y que yo recuerde... nada más que me afecte a mí, porque Antonio, en las misma cabaña que yo pero no en la misma cama, decía que como se podía dormir con los millones de sapos, ranas, grillos y demás bichos cantarines que están debajo de su cama, solo debajo de la suya... a mí como me puede más el sueño que el miedo, que cada uno lo pase como pueda...
Al día siguiente pillamos un barquito típico de esos que se hunden pa ver unas islas de por aquí
Ko Hong, que desde google maps se ve paradisíaca pero no fue tanto, bueno sí, que estas en una calita en Tailandia...
pero me moló muucho más otra que no sé ni como se llama, una calita muy mona con su pedazo roca, como se llamarán esas montañas rocas que salen ahí de la nada...
es perfecta
incluso con estos
hasta nos dieron unas bolsitas con la comida, estos tailandeses piensan en todo, muu bien
y nos cayó el diluvio mientras estábamos en el agua, calentita, un contraste chulo, diluvio y bañándonos, mola la sensación
luego fuimos a otra islita donde hicimos snorkel, que no eres consciente de los trillones de peces que están debajo esperando a comerte...
bueno, pues hemos pasado un día genial, pero toca volver, todo se acaba y a la que regresábamos, el barquero muy majete, paró en una roquita de naa, con su calita toda mona
y había un mirador en lo alto, preparado con cuerdas para no matarte mientras subes con cholas por un barrizal súper resbaladizo, pa escaladores y la islita es de esas de... aaalaaaa
qué hará...
pedazo vistas
hubiese molado ver un tiburón desde ahí arriba y ver como nos comen
ahora sí que sí, fin a este excursión súper chula, y el menda un crack, nos deja en la puerta del hotel, no del muelle, porque es flipante ver la marea tan baja, se ha tragado medio mar, increíble
y lo típico cuando estás de vacas y no hay nada que hacer, unas cerves, cena, batido riquísimo y unos cócteles de esos mientras jugábamos a las cartas hasta que nos echaron del bar, cerrando todo, Antonio, que no estás al juego...
tranquil@, no te pido ningún dato
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