De este viaje sólo quiero recordar que aquí es donde empecé a coger pánico a los aviones, aun que quisiera, no podría olvidar el vuelo de ida, alguno dirá que la típica turbulencia y ya está, pero me asusté como siempre... y no me podía creer que a mi lado, había una parejita de ancianos que no paraban de reírse y eso a mí, no me tranquilizaba, como los jodíos ya han disfrutado de la vida pues... pero al final, llegamos, típico hotel frente a la playa y en el primer día me puse malo no, malísimo, me quemé y estuve a punto de morir, de verdad, vaya insolación, 59º de fiebre y sin moverme dos días.

Luego, un poco más recuperado, vueltecita por las Las Palmas, un poco como Madrid pero con playa y la verdad, no me acuerdo de naa, alquilé un coche azul, eso sí, ves