en este viaje fuimos carlos, vito, rober y yo a pasar unos días a la nieve y alquilamos un cutre apartamento que era perfecto para nosotros. dos literas, un baño y tv, más? sí, con el telesilla en la puerta

cuando estás en la nieve, no necesitas más, estás tan tan tan cansado.

Este viaje siempre le recordaré, aparte de lo típico, bajadas, caídas (muchas), saltos, etc… por la cagada de rober, creo que me pasé con él, si lees esto, lo siento, al frío que pasamos y nuestro colega randú.

Por partes, un día, hacía mucho, mucho muchísimo frio y como somos unos máquinas, subimos igualmente a darlo todo, sube, baja, vuelve a subir y bajas porque si no te quedas arriba siempre …. y decidimos subir a la veleta, el pico más alto, ya en el telesilla notabas que algo no iba bien, no hablábamos entre nosotros, esto no es raro… no mueves las manos, etc … y piensas realmente, joder, qué frio hace, creo que nunca he pasado tanto frio como en ese momento, ni en finlandia sin abrigo, pero esa es otra historia, bueno, llegamos arriba después de unos minutos interminables y preguntamos si podíamos volver a bajar en el telesilla, hacía tanto frio y tanta ventisca, además no se veía nada, pues como buenos turistas que somos, fuimos a hacer fotos y en menos de un minuto ya tenías los dedos, pestañas, párpados, labios y todo congelado y no es broma, hielo en los ojos!

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así que decidimos bajar cuanto antes para no morir, y qué pasa cuando la nieve se congela? que la tabla no va, no anda, no patina, a cuestas con ella y andando por ahí en medio de la nada porque realmente no se veía nada, íbamos juntitos pero gritando continuamente nuestro nombre para saber que estabas vivo, en serio y no te habías quedado por el camino, qué chungo, camina, camina y camina, solo pensabas en eso y en llegar a un lugar que no hiciese tanto frio, que se viera un poquito de na y que la tabla empezase a deslizar, pero no, no hay manera, sigue caminando … hasta que ves un claro y poco a poco empiezas a ver luz y la tabla a deslizar un poquito y cuando llegó el momento más esperado de ponerte la tabla y salir de aquel infierno embalado, va rober, se sienta encima de la tabla y todo chulo dice, yo bajo sentado, duró dos segundos claro… yo únicamente pensaba en la tabla que bajaba sola descontrolada a toda velocidad y que como le pegase a alguien en la cabeza, le mata y se lo dije, tío, te has pasado, eres un irresponsable, yo? no, tú, yo diciéndole a alguien irresponsable... no sé cómo pero un pistero encontró la tabla por ahí perdida y pudimos seguir disfrutando de lo que más nos gusta, eso sí, llegamos bien

también hubo algún día soleado

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risillas, qué negaos somos

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y nuestro colega randú, difícil hablar de él… le conocimos en la tele, después de cenar y tomarte algo, eso sí, muuu tranqui, que nadie se piense que aquí vinimos a darlo todo, bueno, algunas noches jugábamos al futbolín!, pedazo deporte, los piques, las movidas … y a veces nos sentábamos en un bar que tenía chimenea al fuego sin hablarnos, qué romántico … y cuando llegábamos a la habitación con frío como siempre, pijamita, y a la cama con la tele puesta y en un canal de estos raros, apareció el colega, uno de esos que habla con la gente para ver el futuro y las cartas y esas cosas, la verdad que el tío era muy bueno, yo me creía todo, pero es que además era muu majete y gracioso y enseguida le hicimos de la pandi (pues no, no tengo otra palabra para usar) y le veíamos todas las noches

el último día no me acuerdo que pasó pero me tuve que ir un día antes que estos, le pedí el coche a carlos y me lo traje a madrid, si te ha llegado alguna multa, lo siento….