siiiiii, se casan mi hermano y vir

quitando lo que supone el casarse para ellos… esta boda la recordaré por la que me enganché, pero como me dijo mi abuela, oleee, es sólo una vez, di que sí hijo, di que sí… y por el mal anfitrión que fui.

Empecemos, todo comenzó con los preparativos un par de día antes, ahhh, yo acaba de llegar de hacer el camino de santiago, sigo cansado….arreglando un poco mi casa para recibir la visita de amigos de ellos, dos italianos y una pareja de franceses con un peque.
llegan los italianos por la noche, va a buscarles mi hermano al aeropuerto y vienen a casa, yo ya les conocía de otra visita y también durmieron en mi casa, llegaron bastante tarde pero con hambre y nos fuimos al burguer, muu rica! a casa y a dormir, ella, en una habita, él y yo en el salón, yo en el sofá viendo la tele y él tirado en un colchón que seguramente estaría pensando, bueno, este tío no piensa irse a dormir nunca…

Al día siguiente, se fueron con mi hermano por ahí y yo me fui con mi familia por ahí que también habían venido todos del pueblo, ojalá supiera donde por rellenar esto un poquito pero ni me acuerdo, total, cuando llegué por la noche a casa, ya estaban todos, los italianos, los frances y el peque, creo que llegué muy tarde para no preparar la cena y nos quedamos hablando un poco y tomando algo en la terraza, pero poco porque a la mañana siguiente la boda, todos a la cama menos yo, al sofá y ver la tele con el italiano en frente durmiendo en el colchón, cuando uno está cansado, da igual que tengas la tele a un metro que duermes igual.

ya por la mañana, viene toda mi familia a mi casa y quedamos todos en salir desde allí, todos muy guapetes

sobri y abuelo

mi abuela

viene mi hermano y me entero a falta de 40 minutos para la boda que tengo que ir a buscar a la novia, a leyre y a la suegra, flipo, así que… correeee que no llegas me dicen, ahora con prisas… pero bueno, voy a buscarlas y nos vamos al ayuntamiento de getafe y todos allí esperando a que la novia, muy guapa, haga la entrada y lo típico, siento si no doy emoción pero eso es cosa de ellos, para mi es verla bajar del coche y poco más

mis abuelos

y mi otra sobri

Durante la espera, ya me tomé la primera latilla del chino…

ceremonia civil, un puto rollo, vamos, como las religiosas

el anillo

y el beso

unas firmas

y por fin, a beber!!!, ahh no, el arroz

y fotillos de las familias, con unos

y con otros

los colegas italianos

los de móstoles

la crack de mi abuela, que andaríais hablando...

y mi primo, que también estuvo

y su padre

vamos al restaurante ya? Ahhh, una tontería… yo me había comprometido a llevar a mis invitados a casa al finalizar el banquete… más que nada porque no saben ir, no tienen llaves, etc.

Y lo típico, te vas al bar hasta que llegan los novios que se hacen rogar y qué haces? beber, un mosto, otro, otro y ya empiezas no a marearte pero si a sentir algo extraño, supongo que todos conocemos esa sensación…

Por fin, llegan los novios y los niños, fotitos y ale, al aperitivo, cosas raras, por lo menos para mí, pero la verdad que estaban muy curradas y muy chulas, otra cosa es como sabría aquello… bueno, bebe, otra, otra, comes un calamar, qué ricooooo, bebe, bebe, un poco más… y para el restaurante. Yo ya notaba que no, que no llegaba al primer plato, no puede ser tío, es la boda de tu hermano, aguanta joder…

llega la hora de sentarse en la mesa y nos ponen en la mesa a mis abuelos, mi primo que también bebió algo conmigo, como crecemos, madre mía… mis tíos y dos noruegas, madre e hija, amigas de vir que también que ya las conocía de antes, pero ni verlas en todo el día

qué bueno, como molaría saber qué piensan ahora, nooo, mejor no, ya me lo dijo mi hermano al día siguiente, mejor no recordar nada... bueno, pues vino un plato, mariscada y mil cosas más y me comí 3 gambas, si es que no me gustaaaa, bebe vino, del rojo, blanco y cualquier color que me pusieran. Viene el segundo plato, no me acuerdo pero ni lo pruebo y llega el sorbete, lo mejor de la boda, nunca lo había visto verde y me tomé el mío, el de mis abuelos y el de mi tía, todos de un trago y en un minuto, si es que estaba seco… luego me dijeron que era de manzana, muuu bien , muy original.

por aquel entonces, yo ya estaba… y llegó el tercer plato, solomillo caramelizado o algo así, por fin, voy a comer algo, pero nada, dos pinchaaas y lo dejé, el postre, chocolate, no me gustaaaa, no sé, digo yo que para ser la boda de mi hermano me podían haber preguntado si quería algo distinto o especial, ya que no me gustaba casi nada, me hubiese comido un filete de ternera bien pasado con patatas fritas y más feliz que los novios, en fin, un café, dos copazos y la tarta

Empieza a sonar la música y es la hora del baile, para mi, la hora de la barra libre

me levanté de la mesa y algo no va bien, sabes que no, que te vas al suelo en breve, lo notas, pero no podía, no podía… y aguanté, como siempre, unos mareos, unos esfuerzos… pero bueno, barra libre, quiero una copa y a bailar, otra copa y más bailar

y ya, a partir de aquí, de poco más me acuerdo, excepto que mi abuelo me cogió en la barra y me dijo que dejase de beber o que por lo menos me llevase solo una copa, ya que siempre me iba con dos, tela, me dijo literal: «te estás bebiendo todos los cubas-libres del bar», me meo abuelo, me meo, el cuñao de mi hermano, a la semana siguiente también me dijo algo que también prefiero guardármelo para mi, bueno, seguimos con las copas, más bailes y ya todo lanzado le dije a los amigos de mi hermano que nos íbamos a madrid a seguir de fiesta, a darlo todo! y por supuesto que sí, unos cracks, a estas, de los italianos y franceses, ni idea… yo a lo mío, pero bueno, tampoco fue todo beber, estuve jugando con mis sobris y con todos los peques de la boda, muuu niñero pero sin soltar la copa

se acaba la barra libre, correeee, otras dos y dos más que escondo, y cuando llega la hora de irme a madrid de fiesta, yo solo, ya me da igual todo, me desplomo, al parecer... se veía venir, me coge mi tío por banda, me mete en el coche y se acabaron mis recuerdos. Lo que escriba de ahora en adelante, son cosas que me han ido contado…

y la boda acabó bien, creo…

por supuesto, me llevaron a casa de mi madre a dormir la mona, paramos en la carretera a vomitar en medio de la M-50 y llegamos a casa, me tumbé en la cama para morir, ya sabéis lo que se siente, no lo cuento pero multiplicarlo por mil, y de mis anfitriones... ni idea, que se busquen la vida.

ya es mañana, al día siguiente me despierto prontito y aparentemente no muuu mal, era joven todavía y lo primero que me viene a la cabeza son los invitados de mi casa, diosssss, donde están? dioss, donde estoy? y me dice mi madre, anda queeee, tuvo que ir tu hermano, por la noche, en su noche de boda, a llevar a los italianos y franceses a tu casa, olee, pues muy bien, no? que le vamos a hacer, no iban a dormir en la calle los pobres…

ya se levanta mi abuela y después de preguntar qué tal y todo eso, me dice «yo te veía por allí saltando y moviendo los brazos como un loco de un lao pa otro» y yo, sí, imagino que estaría bailando, pa una vez que lo hago abuela, pero claro, enseguida me puse a pensar que en las bodas suena paquito el cochocolatero y cosas de esas, noooo, dios, qué horror, qué vergüenza! pero ya era tarde y para ir terminando, a mediodía apareció mi hermano con la italiana, porque el otro ya se había ido y me mandaba graciosos recuerdos, los franceses también se habían ido y quedaba ella, nada, aparecieron y me preguntó que tal la testa? tu bailar mucho, si si, en fin, se fueron y la italiana se quedaba un día más en casa, sola, conmigo y se iba al día siguiente, uhhh…

cuando vino por la noche, menos mal que estaban televisando el barça-madrid de basket, un clasicazo y allí estaba viéndolo conmigo, sin apenas hablar y cuando acaba el partido de basket, cambié al instante a goltv y estaban televisando el bilbao de bielsa, un partidazo y me dijo, ahhh, ahora fútbol, ehhhh si, es lo que dan, yo que culpa tengo, me voy a dormir que mañana sale mi vuelo temprano, ahhh, muuu bien, buenas noches, buenas noches, soy un crack

pd: me dijeron que por qué fui en vaqueros, camiseta y zapas, qué mala es la envidia, el más feliz de la boda y ahí, ni había empezado a beber