Después de un mes en Bali, toca moverse un poco y de nuevo, a Tailandia, a ver si a la cuarta va la vencida y me doy un masaje… pero me da que va a ser complicado porque voy con Raquel, Javi y niños, aunque igual son los niños los que sí quieren darse el masaje…

Yo llego un par de días antes para buscar hotel chulo en zona normal, si es que las hay y paso dos días a mi bola, porque a partir de ahora, toca hablarlo todo, pero bueno, mola pasar unos días con ellos, así que nada, me voy a buscarlos al aeropuerto de Bangkok, los niños no sabían que yo estaba por allí y sorpresa al verme, que guay!, así que nada, pillamos taxi, dejan mochilas en hotelazo, salimos a la calle y ya están quejándose del calor, de los olores, de todo! en fin, nos fuimos dando un paseo al mercado nocturno, no recuerdo el nombre, pero uno de los muchos que hay, donde impacta para alguien que no sabe dónde está ni a qué ha venido a Tailandia, yo le digo a los niños que miren detrás de los puestos que están las bailarinas…. bailando… y ni caso, bueno, lógico, suficiente para la primera noche o no, porque para volver decidimos pillar un tuk tuk y madre mía, nos tocaron dos niñatos que iban picados y como iban, a muerte por Bangkok, al final, Raquel y niños acojonados, lógico que ya no quieran montar porque vaya primera experiencia, para no repetir, pero afortunadamente en otros sitios no son así y van normal

y para terminar de rematar la noche, fuimos a un restaurante normal, tipo occidental, cenamos bien, pero a la salida unas ratas por la calle, tela, ya se querían volver todos a Móstoles, no entiendo porqué.

La primera mañana, desayunan cero en el hotel porque no les gusta nada, vaya días me esperan… y buscamos un starbucks, que sí, muy rico el café, pero el del hotel de 4* también, y nos vamos a patear la ciudad, pillamos metro, vamos camino de pillar una barca y por una calle normal y corriente dice Ariel ahí va un cocodrilo, quéeee, en un riachuelo de la ciudad, flipante, ayer ratas, hoy cocodrilos, como mola Bangkok, pues eso, vamos a coger un barco para ir al templo de Wat Arun madre mía lo que tiene que haber ahí abajo y cuando viene la barquita, Javi dice que no se monta, pobrecito, yo animando que no pasa nada pero en realidad el que no se quiere montar soy yo, qué miedo!

Después de media hora llegamos al templo y petado, unas fotitos a mil grados y eso que te dan una botellita de agua con la entrada, pero joeee, tanto les constaría meterla en una nevera gigante o en unos hielos… pa eso casi mejor no des nada

Cruzamos de nuevo el río para ver el gran Buda tumbado, que envidia me da, así quiero estar yo todo el día, tirado con aire acondicionado

pero no, a seguir pateando y nos vamos al gran palacio que está al lado y después de recorrer todo el recinto infinito para llegar a la entrada a 77º, cerrado porque está el rey, y?? pues que no se puede pasar, todo el palacio para él y sus 723 mujeres que tiene, nosotros a comer unos espaguetis muy ricos, qué hambre. Luego, pillamos taxi y nos vamos al templo dorado ese que está en una colina y como no, está en obras, con un andamio que cubre todo, así que no merece la pena pagar para no ver nada, vaya suerte de día y después de un infinito día, vamos al hotel a ducharnos y nos vamos al sky walk del edificio King Power Mahanakhon que tiene una terraza mirador arriba del todo y la verdad que es flipante, muy muy chulo con unas vistas que dan vértigo

y nunca mejor dicho porque tiene un saliente de suelo de cristal de esos que acojonan muuucho pero javi bebé se lo cruzó como si nada y se hizo probablemente la mejor foto de Tailandia, aunque Raquel también lo cruzó la tía valiente, que envidia, yo ni sacar el móvil ahí arriba, que miedo me da todo, en fin, muy chula la terraza fashion con vistas de todo Bangkok

y a la que bajamos, íbamos a buscar comida tai, pero en el mismo edificio había un restaurante con unas ricas pizzas, todo muy tai… y paseíto hasta el hotel que lo tenemos a 10 min andando.

Al día siguiente habíamos quedado con kit, nuestro taxista particular para llevarnos al mercado del tren de Maeklong,un lugar que en su día podría ser curioso de ver, un mercado sobre las vías del tren para la gente local del pueblo que cuando pasa el tren recogen todos los puestos en un segundo y una vez pasado vuelven a colocarlo como si nada sobre las vías, pero instagram hace mucho daño y hoy día es una auténtica turistada, millones de guiris colapsando las vías del tren con móvil en la mano esperando a que pase y el tren igual, petado de turistas con móvil en mano, el tren pasando a 2 por hora, curioso de ver pero turistada total y los puestos llenos de pescado ahí sobre las mesas sin hielo con millones de moscas, en fin.

Después nos llevó al mercado flotante de Damnoen Saduak, otra turistada, donde pillamos una barquita que recorre canales donde están petados de tiendas de todo tipo, comida, ropa, cuadros…

podías parar donde quisieras pero nosotros solo queríamos volver a tierra firme, hubo un momento que pasó por el punto central donde se concentran mil barcas, de verdad, no exagero, tráfico aquí y cada uno pasando por donde podía, está todo colapsado de turistas, qué asco, pero curioso de ver.

Kit nos deja de nuevo en la ciudad después de varias horas y llegamos justo a las 3 para intentar ver de nuevo el gran palacio, pero había que pagar entrada y comprar o alquilar pantalones y con el hambre que había… decidimos ir a un centro comercial que nos había dicho kit donde se vendían todo tipo de falsificaciones, desde ropa hasta productos Apple y allí que fuimos, al mcdonalds lo primero y luego Ariel se pilló unas air jordan y yo unas nb que llevaba los pies destrozados de Bali de un mes con chanclas, pero vaya edificio, varias plantas de todo, nosotros con la primera ya tuvimos suficiente, aquí deberías venir con la maleta vacía y petarla de cosas para venderlas en España y poco más, vuelta al hotel para ducharnos e ir a cenar al restaurante de ayer en el rascacielos ese que al día siguiente había que madrugar y madre mía la que nos cayó al salir, diluvio, así que nos separamos para volver en tuktuk o taxi, los padres por un lado y los niños y yo por otro, de aventura por Bangkok y ya en el hotel todos, javi bebé y yo, como las otras noches, sin decir nada nos íbamos a los 7eleven a comprarnos helados, bebida y chuches para pasar la noche.

Ale, a la mañana siguiente nos vamos al aeropuerto que volamos a Koh Samui, una islita cerca de Koh Tao donde queremos ir a darnos un chapuzón pero como turistas 5 estrellas que somos, vamos en avión que tarda 40 min en vez de ir en bus que tarda 16 horas, con lo poco que me gusta volar