Bueno, este viaje resulta inesperado porque me lo propuso Chechu así, como el que no quiere la cosa, que le apetecía pirarse un finde y por irnos a algún lado cerquita, elegimos Ávila, no sé si estaría mosqueado o no porque seguramente se habría querido ir a Punta Cana, pero de momento nos conformamos con Ávila.

Salimos temprano, sin ninguna necesidad ni prisa, paramos a desayunar, llegamos a Ávila y empezamos a… a ver la ciudad, por una iglesia chula y grande

seguimos pateando sin conocer nada y a las 11 ya estábamos rotos, así que lo suyo era parar a tomar el vermú y picar algo, tanto tanto que casi comemos, pero no, se come al ratito después de seguir dando vueltas ya por dentro de la muralla, por cierto, muy chula e impresionante, me recuerda justo a la de Xiam, salvando las distancias lógicamente, que acabo de llegar y por eso recuerdo algunas cosas de este viaje de hace casi 2 años, no entiendo porqué no escribo las cosas en el momento, se me olvida todo, pero la comida no, recuerdo que nos metimos en una terracita de estas con mampara cerrada y estufas, porque hacía como -32 grados, y nos metimos un buen homenaje, a pesar de haber picado bastante en el vermú, pero en fin, son dos días a tope, siempre a tope y como no podía ser de otra manera, a la cama, siestón.

Medio atontaos, nos levantamos y empezamos de nuevo a patear, muy chula la iglesia o catedral que tenemos justo delante de nuestro hotel, salimos por la puerta y tenemos esto

seguimos pateando por la muralla, la verdad que lo tienen muy bien iluminado todo, las torres, la muralla, tiendas, restaurares…

las iglesias, que tiene unas cuantas

y claro, entre tanto paseo, subida y bajada, pues una cañita por aquí y otra por allá, y cuando íbamos a cenar, vimos en un sitio una especie de tuk tuk que hacían un recorrido por dentro de la muralla y te llevan a las afueras para ver la ciudadela desde lejos e iluminada y dijimos, por qué no? así que, dicho y hecho, como si estuviéramos en Tailandia, con el tuktuk a toda velocidad por esas rampas y curvas, molaba, hasta que llegamos a las afueras y se ve la ciudad muy chula

e insistió en que saliéramos nosotros, si yo no quiero!

bueno, de vuelta a la ciudad, otro homenaje para cenar y luego nos fuimos a un garito donde duramos 5 minutos, madre mía, éramos los más viejos en 70 kms a la redonda, increíble, que mayores somos ya, menos mal que estábamos cansados a pesar del siestón y decidimos ir a tomar algo en plan más tranqui para jubilados y de ahí, a la cama

A la mañana siguiente, un buen desayuno y pateamos la muralla desde la parte de arriba, que yo ni sabía que se podía subir… pero empinada que da hasta miedo

fotito por aquí y por allá

y alguien tendría que bajar para hacer la foto desde abajo, se ve?

ahora sí

y que recuerde, poco más, tomar el vermú, sin patear, otro vermú, también sin patear, otro, es decir, todos en el mismo lado, y ya no recuerdo si comimos también allí, imagino que sí, ya que estábamos tendríamos que habernos dado otro homenaje y vuelta para casa, un finde chulo en una ciudad chula donde se come muy bien, hasta la siguiente